miércoles, 11 de noviembre de 2020

capítulo 35








Siguiendo las instrucciones que pone en esa nota, Billy llega hasta la finca de Emilio. Está muy nervioso. Tiene muy grabado en su mente las palabras amenazantes de su esposa. El poder que ejerce Cris sobre él es muy grande y también el temor de perder a su hija. También piensa en la mirada de felicidad de Emilio al estar en brazos de Guillermo. Siente mucha culpa al pensar que tendrá que acostarse con Emilio. No le apetece nada hacer el amor con un hombre. Un hombre que le asquea y que además se ha casado con su primo. Para no sentirse tan culpable, va pensando en que fue él quien le diera el primer beso a Emilio. Eso lo hace sonreír --nunca alguien se había mostrado tan feliz con un beso ¿cómo después de ese beso se acostó con Guillermo?¿es que le daba igual uno que otro?¿es que me usó porque quien le gusta es Guillermo pero fui yo quien se le acercó?
Aunque no tiene ningún interés en ese hombre y lo que pretende es utilizarlo, al guapo inglés le duele que Emilio lo haya podido usar. Le cuesta llegar a la casa ya que la extensión de terreno es muy grande. Lo sale a recibir un abogado.
--¿el señor Billy Spencer?
El inglés está muy sorprendido:
--¿a que viene esto? Yo tenía una cita con... --tiene que pensar el nombre de el rarito y con los nervios no lo recuerda-- con el señor Spencer.
--pero hablará conmigo.
Billy mira a ese abogado con desconfianza:
--¿de qué se trata eso? ¡¡a mi no me venga con nada raro¡
--usted lo que busca es dinero por eso se acercó al señor Emilio Spencer.
Al inglés no le gusta nada el tono de ese hombre:
--¡¡ese no es su asunto¡
--si lo es porque soy el abogado del señor Spencer.
--¡Yo tenía una cita con él y si no está me voy¡
Billy va a ir hacia el coche, ese coche que le dio Emilio sin contar el descapotable que le ha regalado.
--¿es que no le interesa el dinero que el señor dejó para usted? Es muchísimo. En su vida verá tanto dinero.
Aunque a Billy le gustaría irse, sabe que Cris no le perdonaría que no averiguara para qué lo quiere ver Emilio. Se acerca al abogado.
--¿¡de qué va esto?¡
--¿Ve esta finca?
--si claro.
--pues el señor Emilio se la regala.
--¿¡qué?¡
--así como ese auto en el que vino, un piso de alto standing, un bar en el centro  y  una muy fuerte cantidad de dinero. Será usted un hombre rico.
--¿y a cambio de qué? --a la defensiva.
--un pequeño favor que él le pide que no le costará mucho.
Billy contesta a la defensiva:
--¡mientras el favor no sea con usted¡
--Le tiene usted que decir al marido de don Emilio que se ha encontrado con él aquí, que han hecho el amor en el lago, que el señor Spencer tenía muchas ganas de acostarse con usted y lo vio antes de irse del país y como agradecimiento a lo bien que se lo ha hecho pasar lo ha convertido en un hombre rico.
Billy no da crédito a lo que oye.
--¿de que va todo esto?
--es evidente que se trata de una venganza del señor  Spencer contra su esposo. Si usted lo ayuda tendrá muchísimo dinero. Más de lo que soñó en la vida.
--¡esto no puede ser¡ --atónito.
--el  señor Spencer es multimillonario. Esto para él no es nada. Quiere que se quede con esta propiedad. La compró para usted, para vivir su primera vez con usted. Eso es lo que le tiene que decir a su primo y si no le preocupa que no sea legal podemos ir al notario que usted quiera.
--Yo no le puedo hacer eso a mi primo.
--el señor Emilio Spencer escribió una carta para su esposo. Usted debe dársela y debe afirmar que es cierto que se acostaron.
--¿cual es el juego de Emilio?
--¿quiere ser rico o no?
Billy siente culpa pero es demasiado lo que le ofrecen por muy poco. Cris estará feliz, podrán seguir como antes y él no se deberá acostar con ese hombre  que era algo que detestaba hacer:
--bien, lo haré.
El abogado sonríe:
--ha tomado la decisión correcta, vamos ahora al notario. Así esta noche le da la carta a su primo.
Al abogado le sorprende que Billy no se muestre feliz ante la fortuna que va adquirir.
--pero me gustaría que todo quedara a nombre de mi esposa... ¿es posible?
--Ningún problema.







Guillermo está tumbado en esa cama en la que hizo el amor con Emilio, en esa casa en la que vivió . Lloroso leyendo el diario de él. Va a abrir la puerta esperando recibir noticias de su esposa. Es Billy lo que sorprende mucho al inglés. El otro guapo inglés se le nota nervioso.
Guillermo mira a Billy molesto.
--¿¡qué haces aquí?¡¡ ¡¡no tengo ganas de verte¡¡
--lo siento, yo tampoco. pero tengo algo que decirte.
--¡¡pues dilo y vete¡¡
--Emilio me dio esto para ti.
Billy le muestra el sobre.
--¿¡qué es esto?¡ ¿¿cuando has visto a mi bonito?
--ahora, en la finca que me compró.
Guillermo zarandea a su primo:
--¡¡no es cierto, yo fui y él no estaba allá¡¡
--Yo no sé de qué hablas. Yo estuve en la finca y me la regaló. Las escrituras están a mi nombre.
Guillermo se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no es posible¡¡ ¡¡Emilio jamás te habría regalado a ti esa finca¡
--¿porqué no? la compró para vivir su primera vez conmigo.
Guillermo agarra del cuello a su primo. Está furioso:
--¡¡¿¿a qué viene todo esto?¡ ¡¡¿porqué me estás mintiendo¡?
--dejame ir primo. Esta carta es del puño y letra del rarito y si conoces su letra...
--¡¡dímelo en mi cara¡ ¡¡atrevete a decirme qué es lo que pasa¡¡
Billy agacha la cabeza, no se atreve a mirarlo a los ojos:
--primo, no me obligues a lastimarte. Déjame ir, que sea el propio Emilio en su carta la que te lo explique todo.
Guillermo da un empujón  a su primo. Se lleva las manos a la cabeza. Tiene el rostro desencajado por el dolor. LLora.
--¡Emilio no te pudo regalar esa finca¡¡ ¡¡no a ti¡
Y Guillermo piensa en los momentos bonitos que vivió con Emilio en esa finca.
--¡no... esa finca no¡
--y me ha regalo más propiedades. Soy muy  rico. Supongo que tú también le habrás sacado mucho dinero. Se volvió loco por nosotros y nos lo ha agradecido muy bien. Conmigo ha sido muy generoso. Espero que contigo también.
Guillermo vuelve a agarrar del cuello a su primo:
--¡Yo no soy una basura como tú, yo a Emilio lo amo. No me interesa su dinero¡¡¡¡jamás permitiré que  me dé dinero¡¡ ¡yo no me vendo!
--Sé que no me puedes entender pero...
Guillermo no lo deja acabar:
--¡¡no primo, no te puedo entender¡¡ ¡¡por culpa de tu mujer que puso en mi contra a mi bonito yo he perdido al hombre de mi vida¡¡
Billy siente mucha culpa:
--lo siento, es mejor que me vaya.
--¡¡No... tú no te vas sin explicar exactamente lo que te dijo Mi marido ¡¡
--Nada, sólo me cedió unos bienes que compró para mi
--¿¿bienes?¿no te dio solo la finca?
--No, además un piso de lujo, un bar en el centro, un auto y una fuerte cantidad de dinero.
--¡¡no es posible que Emilio te diera esto cuando sabía que tú te ibas a acostar con el por dinero¡
--bueno... él se quería acostar conmigo y le daba igual pagar una fortuna por lograrme. No quería que me vendiera barato. Para el rarito valgo una fortuna.
--¿¿de qué estás hablando?
Billy está muy abatido. No se atreve a mirar a los ojos a su primo:
--perdona primo pero es mejor que lo sepas por la carta.
Guillermo mira a su primo amenazante:
--¡¡no¡ quiero que me mires a la cara y me digas lo que pasó¡¡
--mejor no primo.
Guillermo está furioso:
--¡¡ya que has sido muy hombre para engañar a mi bonito, para aceptar su dinero¡¡¡sé hombre y dime lo que está pasando¡¡ ¿¿a cambio de qué mi marido te ha dado esa  fortuna??¡
Billy mira a triste a su primo:
--se quería acostar conmigo también. Le apetecía conocernos y disfrutarnos a los dos 
Esta confesión golpea a Guillermo y lo lastima. Es como un puñal abrasador que le atraviesa el alma. Billy siente mucha culpa del dolor que le está causando a su primo pero es mucho por poco.
Guillermo lo golpea:
--¡¡no hables así de mi marido¡
--te dije que te iba a lastimar.
--¡¡retira lo que has dicho¡¡
--No puedo.
Y Guillermo lo tumba de un puñetazo y le da unas fuertes patadas en el estómago:
--¡¡Emilio es mío, es imposible que se acostara contigo después de estar conmigo¡¡
Billy no se defiende, dolorido le dice:
--ya olvida al rarito, no merece a la pena.
--¡¡es mi marido¡
--pero se acostó conmigo. No quiso quedarse con las ganas. Me disfrutó antes de irse del país. Quería llevarse mi aroma. Mis huellas en su piel, borrar con  ellas las tuyas.
Billy le clava la estaca final. Era necesario para que Guillermo creyera en sus palabras pero no imaginaba hacerle tanto daño. Guillermo cae al piso derrotado. Llorando y aullando:
--mi bonito me ama a mí. ¡¡no me pudo hacer esto¡¡ ¡¡no pudo estar contigo después de estar conmigo¡ ¡¡¡no¡¡
Billy le pone la mano en los hombros:
--perdóname, yo no quería hacerlo pero me dio una fortuna a cambio.
Y eso es lo que más lástima a Guillermo, que el hombre  que él ama haya pagado una fortuna a su primo para acostarse con él.
--¡¡vete¡¡vete¡¡largo¡¡¡no quiero verte más¡
A Billy le parte el alma verlo así:
--¡¡Guillermo.por favor¡¡
--¡¡Largo, lárgate de una maldita vez¡
Billy lo mira desde la puerta.
--lo siento.
Ve su dolor y lo lastima. Billy se va. Guillermo se queda en el piso retorciéndose de dolor. Mira la carta de el rarito. La lee con el alma en los pies, con ojos de sangre, con pulso tembloroso: "supongo que a estas alturas ya sabrás que me acosté con tu primo. Era algo que no me podía perder. Es que los dos estáis tan buenos. Me habría encantado incluso teneros a los dos a la vez pero bueno... Billy me dio mi primer beso tú fuiste el primero en hacerme el amor. En realidad lo mismo me daba uno que otro. Gracias a los dos por cumplir mi sueño. Ya mi abogado se pondrá en contacto contigo para pagarte por tus servicios. Gracias por hacerme el amor. Entre tu primo y tú me hiciste gozar, en realidad no me interesa el resto pero lo justo es lo justo y ya que queréis mi dinero... pues ya lo tenéis. No nos volveremos a ver. Traquilo, no pienses que me lastimaste. Yo quería sexo y me daba igual uno que otro y agradezco que hayais sido tú y tu primo que me tenéis loco pero obvio que hablo sólo de vuestro cuerpazo, el resto no lo conocí y me da igual."
Guillermo sabe que está carta de Emilio está escrita desde el dolor y no dice la verdad:
--no bonito. Tú me amas, yo sé que me amas --dice besando ese diario.
Guillermo se levanta, seca sus lágrimas. Mira esa foto de la boda:
--¡¡eres mi marido y lo seguirás siendo.¡¡¡te juro por mi vida que te esperaré, que no voy a permitir que me odies y que esto tan hermoso que sentimos el uno por el otro muera!
Abraza a esa foto llorando y recordando los días que vivieron juntos.

Emilio está en Inglaterra . Aunque está odiando a Guillermo no ha podido evitar refugiarse en la tierra que lo vió nacer. Recorre esos lugares pensando en él. Llorando por él.
--Te amo, te amo.
Una chica se le acerca. Le habla en inglés. Emilio se seca las lágrimas:
--lo siento, no entiendo nada.
La chica se alegra:
--¡¡Español, eres Español¡
--sí, de Barcelona.
--¡yo soy de Sevilla pero hace muchos años que no voy¡¡¡que alegría encontrarte¡¡¡tú y yo seremos muy buenas amigas¡¡
La alegría de la sevillana contagia al rarito, ríe entre lágrimas.
--Me llamo Beatriz.
--Emilio.
Las dos se dan dos besos en las mejillas.
--¿y dime?¿estás de vacaciones?
Y Emilio rompe a llorar recordando su fugaz boda, su decepción. Beatriz lo trata de calmar:
--ven, cuentame todo... te hará bien desahogarte.

*las conversaciones de la familia Spencer entre ellos se supone que son en inglés

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