miércoles, 11 de noviembre de 2020

capítulo 34



  






Guillermo se angustia al pensar que le ha pasado algo a Emilio:

--¿¡qué le ocurre a mi marido?¡

--¡¡eres un desgraciado¡

Guillermo siente mucha culpa porque piensa que Emilio le ha contado todo a su madre:

--ya sé que usted debe pensar lo peor de mi, pero hay un malentendido. Yo estoy enamorado de Emilio. Lo quiero más de lo que pensé.

El guapo inglés habla con mucho dolor, pero aún así Sara no cree en él:

--¡¡a mí no tienes nada que convencer¡¡¡¡sólo eres un niño que has querido jugar a ser un hombre no sé si atraído por el dinero de mi hijo o...¡

Guillermo no la deja seguir:

--¡¡no¡ ¡¡si quisiera el dinero de Emilio no viviría aquí¡

--igual eres un mantenido.

--¿qué le he hecho yo?¿porqué no me da una oportunidad?

--¿¿oportunidad?? ¡¡tú sí serás descarado¡¡ ¡¡recién ayer nos enteramos de esa locura que le obligaste a hacer a mi hijo y él  ya se hartó de ti¡¡

Guillermo está desesperado:

--¡¡dígame ya dónde está su hijo¡

--¡¡no lo sé y si lo supiera tampoco te lo diría¡

Guillermo se lleva las manos a la cabeza:

--¡¡no se meta en las cosas de matrimonio, soy su marido y yo tengo derecho a saber dónde está Emilio¡¡¡¡Le ordeno que me lo diga¡

Sara lo mira escandalizada:

--¿¿¡ordenarme tú a mí?¡¡¿¿pero qué te has creído?¡

Guillermo mira a su suegra lloroso:

--le habla un marido desesperado. Por favor, si Emilio me da una oportunidad se dará cuenta que lo amo.

Sara está decidida a no apoyar a su yerno:

--¡¡tú eres un crío y mi hijo lo que necesita es un hombre¡¡¡déjalo ser feliz con un hombre de verdad¡

A Guillermo le desespera la idea que su amado pueda estar con otro:

--¡Emilio me ama. No soy ningún crío. No me llevo tantos años con Emilio. Yo soy su hombre, yo he sido el primero¡

Sara lo abofetea:

--¡asqueroso¡¡ ¡¡y no te llenes la boca diciendo que eres muy hombre porque por algo mi hijo te ha dejado! porque se dio cuenta que tú no le puedas dar lo que necesita¡¡¡sólo fuiste un capricho que se quiso dar! ¡te usó y te tiró! ¡nadie tomaría en serio a un golfo como tú que se cree la gran cosa por ser guapo¡!no tienes nada por dentro¡

--¡¡eso no es verdad¡¡ --dice atormentado-- ¡¡todo fue un malentendido¡¡¡¡¡tengo que hablar con él ¡¡¡tengo que hablar con él 

A Guillermo le desespera que Sara no se compadezca de su dolor que es muy grande y cae al suelo llorando y roto de dolor:

--sé que es todo mi culpa, que Emilio me odia y me lo merezco, pero yo lo amo ¡¡¿¡porqué nadie puede entenderlo?¡

La mirada de Guillermo es la viva imagen del dolor, Sara siente pena de él. Lo acaricia suavemente en la cabeza:

--debes entender que hay cosas que no pueden ser. Tu estilo de vida no tiene nada que ver con el de mi hijo. No eres el compañero que necesita. Lo mejor es que cada igual siga por su camino.

Guillermo se levanta muy dolido:

--¡¡no¡¡¡no lo acepto¡¡ ¡¡Emilio era feliz a mi lado y por un malentendido no quiero que esto se acabe¡

Sara siente pena del inglés y le acaba diciendo:

--no sé dónde está Emilio.

Guillermo se seca las lágrimas:

--pero ¿está  bien?

--Muy triste. No me quiso decir que pasó pero  dijo que era por tu culpa.

Guillermo está desesperado:

--¡¡fue un malentendido¡ ¡¡tengo que aclararlo¡

--A Emilio no le interesa aclarar las cosas contigo, se dió cuenta que alguien como tú no le puede dar la felicidad.

Guillermo va haciendo que no con la cabeza.

--Emilio se ha ido de viaje por un largo tiempo. No quiso decirme nada más. De verdad que no sé dónde está... dijo que su abogado se pondría en contacto contigo.

--¿su abogado?¿para qué?

--supongo para anular esta locura.

--¡no lo voy a permitir¡

--si no te interesa su dinero, ahora es el momento de demostrarlo. Déjalo libre.

Sara se va de la casa. Guillermo la acompaña muy triste:

--si sabe algo de Emilio... por favor... digamelo.

--no lo creo. Ya me dijo que no me preocupara.

Guillermo se queda solo muy triste. La casa se le cae encima. Mira esa foto que con toda su ilusión Emilio puso sobre la estantería, la cama en la que ambos hicieron el amor. Todo está igual a esa mañana en la que aún eran felices.  Guillermo llora pensando en su boda, en los momentos felices. Luego hace un recorrido por otro cuarto de la casa, en el que dormía Emilio de soltero. Le emociona mirar sus cosas, su ropa. Todo está como si fuera a volver. Abraza un osito rosa del rarito (muy viejo):

--¿dónde estás, amor? No sientes que te amo?¿que te necesito?

mira el armario. Ese cartel. Agarra esa caja que contiene fotos suyas y recortes de periódicos. Son años guardando fotos suyas. Hay tanto amor en esa caja. Sigue mirando.

Ve albumes de fotos, son los de la juventud de Emilio. Los agarra y uno a uno los mira sobre la cama con una sonrisa y lágrimas en los ojos. Estar en ese cuarto le hace sentir cerca de él. Mira los cajones de el rarito. Ve el diario de Emilio (hay varios volúmenes):

--¿Llevaba un diario?

Lo abre nervioso. En la primera página hay una dedicatoria: "a Guillermo, mi inglés del alma." Cierra el diario y llora besando ese diario:

--esto sí que no me lo esperaba.

Sale del cuarto y se tumba en esa cama que brevemente ha compartido con Emilio. Lee el diario temblando, con un nudo en la garganta. Es el testimonio vivo del amor de Emilio, ahí lo cuenta todo. Desde el primer día, si algo queda claro en ese diario es el gran amor que Emilio ha sentido por Guillermo. Guillermo llora y llora retorciéndose del dolor.





Es ya de noche cuando Dani va a visitar a su amigo.

--tienes muy mala cara.

--pasa.

--no quería molestarte por si estabas de luna de miel con el rarito.

Guillermo se tumba en el sofá y llora. 

--¡¡me dejó, Emilio me dejó¡¡¡Se ha ido de viaje y si su madre sabe dónde está desde luego no me lo quiere decir.

Dani le pone la mano en el muslo fraternalmente:

--no sé qué decirte, tío.

Guillermo mira a su amigo con mucho dolor:

--nada. Me lo merezco por tonto. Jugué con fuego y me quemé.

--pero tú lo amas.

--pero no la merezco. Siempre nos reímos de él pero nunca imaginamos la grandeza de su amor por mí. Sabes... llevaba un diario. No sabes las cosas tan lindas que decía de mí. Billy casi me lo quita pero soy yo su hombre.

--¿me dejas leerlo? --dice Dani risueño.

Guillermo lo mira molesto.

--nada, nada. Era una broma. --Dani.

--la vida sí que me ha gastado su buena broma, amar a Emilio justo cuando me odia.

--no soporto verte tan triste. Yo estoy dispuesto a hablar con el rarito... perdón con tu  esposo y decirle que soy un imbécil y que tú lo amas.

--gracias pero ¿cómo si no sé dónde está?

--pero no puede ser que si los dos se aman estén separados. Emilio no puede ser tan ciego. No puede arriesgarse a perderte porque no encontrará otro como tú pero tú tendrás todas los hombres  que quieras.

Con mucha amargura, Guillermo le dice:

--mi cuerpo podrá tener otros cuerpos pero mi alma se ha quedado muerta. Nunca nadie  llegará a ella. Nunca.

Dani sonríe:

--no te lo tomes así ¿nos vamos de marcha esta noche?

--no. No quiero salir.

Dani pone cara de degenerado. Se arrodilla ante él. Dani quiere hacerle una sabrosa mamada pero Guilermo no se lo permite  y lo deja hambriento.

--Mejor vete.

Dani no comprende demasiado el dolor de su amigo y Guillermo prefiere estar solo.


Billy se está dando un ducha. Cris irrumpe en el dormitorio.

--¡¡el rarito dio señales de vida.¡¡te quiere ver¡

El guapo inglés desnudo cierra el grifo del agua:

--¿de qué hablas?

--¡¡te mandó esto¡

Cris le muestra una nota que tiene en la mano.

--¿y la mandó así?

--No, claro que no... iba con su sobre.

Billy agarra una toalla y se cubre con ella. Extiende su brazo:

--a ver que dice.

--No te molestes. Te cita en una finca,  te da la dirección. Mañana a las 4. Perfúmate bien. El rarito debe caer a tus pies rendido.

A pesar que Cris ya le ha dicho lo que ponía Billy se lo arranca de las manos.

--¿es que no te fías de mí?

--Es que no entiendo. El rarito me planto por Guillermo, se supone que lo ama a él.

--Es un guarro. Sólo quiere un macho que le haga el amor.

--¿y porqué ahora?

--le dará morbo acostarse con el primo casado de su marido. Es un vicioso.

--debe ser por lo que tú le dijiste.

--¡¡no importa, tú te acuestas con él y le sacas todo lo que puedas¡

Billy se viste:

--¿y si es una trampa?¿y si me acuesto con él y no me da nada, sólo me humilla? acostarme con ese tipo para mí ya sería demasiado humillante como para que encima  se burlara de mí.

--Tú le dices claro al rarito que si quiere sexo pague por él. Él verá.. Ya le sacaste el auto, sácale más. Mínimo un piso.

Billy mira a su esposa con pena:

--date cuenta que me estás prostituyendo.

Con mucho odio, Cris dice:

--¡¡si no me haces rica no volverás a ver a tu hija¡

Con resignación, Billy sabe que no le queda de otra más ir a la cita. Cris se frota las manos pensando que será muy rica.

*las conversaciones de la familia Spencer entre ellos se supone que son en inglés.












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