martes, 10 de noviembre de 2020

capitulo 14

 

Emilio ha quedado muy sorprendida por lo que le ha dicho el abogado:

--esto tiene que ser un error.

Emilio está muy nervioso pero lo que más le preocupa es la cara de su madre:

--¿qué es lo que pasa mamá?

--Es verdad hijo. Ese hombre era tu padre. Yo limpiaba en su casa de verano. Tu padre no quiso saber de ti.

--Yo era su amigo. él estaba casado por eso no pudo reconocer a su único hijo.

Emilio mira a su madre impresionado:

--¿¿fuiste la amante de un hombre casado?

Sara siente vergüenza ante su hijo pero también se siente reconfortada porque ese primer hombre en su vida  se haya acordado de su hijo en su lecho de muerte.

--él siempre tuvo muy presente a su hijo y quedarse al lado de su esposa fue su castigo ya que ella nunca le dio hijos --abogado.

Emilio está muy herido:

--¡¡no quiero saber nada, fuera¡¡

Sara no deja que su hijo rechace esa herencia:

--mija, no seas impulsivo. Con la herencia que te dejó tu padre tienes el futuro asegurado. 

Emilio seca sus lágrimas:

--¡¡ese hombre no es mi padre¡¡

El abogado habla a favor de su amigo:

--se equivocó pero no era mal hombre. En realidad tampoco se arrepintió porque y él no tenía nada que ofrecerle a su hijo

--¿como que nada? A mi me consta que tenía mucho dinero. Era uno de los hombres más ricos del país--Sara.

--¿por eso fuiste con él? ¡¡como pudiste¡¡ --reprocha Emilio a su madre.

Sara y el abogado hablan:

--él disfrutaba de una gran fortuna pero esta no era suya sino de su esposa. Así que cuando ella murió el año pasado todo quedó en manos de mi querido amigo. Las cosas pasan porqué sí me dijo. Él aceptó morir en soledad porque tenía un patrimonio que ofrecer a su hijo.

--¡¡¡yo no quiero un dinero que no es mío¡¡¡busquen a los herederos de la esposa. El dinero es de ellos ---Emilio.

--ella no tenía a nadie.

--hijo ¡¡ese dinero es tuyo¡¡ ¡¡no le puedes hacer ese feo a yu padre¡¡ --Sara.

-- ¡¡Yo no quiero el dinero de un hombre que cree que va a pagar lo que no hizo con sucio dinero¡¡ ¡¡El dinero de su esposa¡¡ ¡¡no lo quiero¡¡

--Tú eres el legítimo heredero de ese dinero, yo sé que mi amigo no podrá descansar en paz si no aceptas esa herencia --abogado.

--hijo, yo te he apoyado en no querer trabajar pero no vas a rechazar un dinero que ha caído del cielo. Eres multimillonario. Ahora y después de mi muerte vivirás como un rey. Sabes que tu futuro era muy negro. Cuando yo faltara te quedas en la calle. Ni piso en propiedad te dejo. En cambio  tienes un gran futuro gracias al dinero de tu padre. Dios lo tenga en su Santa Gloria.

--¡¡yo no quiero ese dinero, me parece humillante¡¡ --Emilio

--¿hijo, es que no piensas en todo lo que podrá cambiar tu vida con dinero?

--el dinero no hace la felicidad.

--y la pobreza menos. Tú no tienes ni para vivir. Es que no entiendo tus dudas. No tienes nada y ahora lo tendrás todo. Incluso puedes ayudar a mucha gente.

Emilio piensa en sus ingleses y sonríe enamorado.

--¿lo harás,  hijo? 







Emilio sabe que no puede rechazar ese dinero. No se ha sentido querido por nadie y le da rabia que ese padre que no lo quiso ahora lo quiera comprar. Sale furioso de la casa dejando a su madre angustiada. Camina por horas por la playa. Vuelve al barrio al atardecer.  Aunque sabe que está cerrado pasa por el restaurante inglés. En la calle que cruza el rarito se estremece y es que ahí está Billy, frente a una ventana tratando de encender un cigarro. El corazón de Emilio salta de la emoción:

--¡¡que macizo, que macizo¡¡ --piensa enloquecido mientras se acerca a él.

Él está de espaldas. Los pantalones son beig. El culo no  se le marca  pero al rarito le gusta mucho. Tiene las piernas un poco inclinadas, asi una nalga más alta que otra y se le hacen unas arrugas muy sexys que matan de deseo al virginal cuarentón. Inmortaliza ese culo en varias fotos. Ese culo alivia su tristeza. Al pasar por su lado se miran cara a cara. Lo encuentra muy guapo y sexy. Lleva gafas de sol.

--buenas tardeeeeeeeeessss-- dice él simpático y en tono muy divertido estirando lo de tardes.

Emilio está feliz. Ese hombre lo tiene loco. Piensa en qué con ese dinero podrá ayudar a ese hombre tan guapo. Sin pedirle nada a cambio. Podrá ayudarlo a ser feliz. Ya que no tendrá nunca su amor, saber que ha contribuido a mejorar su vida le ilusión. Tener su amor es un imposible pero sí le gustaría ganarse su amistad.


A la mañana siguiente, Henry y Ela discuten.

--Quiero que le pidas perdón a Cris.

--¿¿qué?? ¿¿y perdón porque?

--por que te lo digo yo.

--disfrutas humillándome.

-¡tú me humillas a mi!eres fea y vieja¡me haces pasar vergüenza! ¡haz lo que te digo o te echo de mi casa y de mi bar.

--pero si es mío. Mi padre puso el piso y el bar a mi nombre. Él paga la hipoteca 

Henry le pone un documento en frente.

--¡eso te pasa por no leer lo que firmas, todo está a mi nombre y te voy a dejar en la calle y tú padre tendrá que pagar la hipoteca para mi o perderá su casa¡

Ella grita y llora. Lo insulta. Henry abofetea a Ela:

--¡¡callate zorra¡¡¡harás lo que to te digo¡y si Cris quiere te arrodillas ante ella¡ ¡a ella la necesitamos en el bar. Necesitamos una mujer joven y bonita y no una fea y vieja¡

Ela es una mujer destruida por la crueldad de su esposo.




Al rato Guillermo sale desnudo de la cama.

--no te vayas --le suplica Timi.

Guillermo se abrocha los pantalones.

--me tengo que ir.

--Es que nunca estamos juntos.

Guillermo lo mira con cara de depravado:

--¿ah no?

--me refiero como pareja,  parece que lo único que te apatece de mi es tener sexo.

--¿A caso a ti no te gusta? --dice mientras se pone la camisa.

--si pero...

Guillermo ya no lo deja seguir:

--nos vemos en otro momento.

Y Guillermo se va muy satisfecho y Timi se queda triste.


Después de masturbarse pensando en Billy, Emilio escribe en su diario la experiencia vivida en el bar inglés.

"10 junio 

Mi querida amiga:

Hoy he visto a Billy. Estaba muy guapo y me ha hecho mucha ilusión. Iría al inglés sólo si él estaba. Al pasar por el lado de la puerta lo he visto a él mirando hacia la calle, ¡¡tan guapo él!! Yo he entrado, él estaba en la puerta. Me ha saludado. Me ha atendido el novio de Guillermo. Billy se ha ido, me ha dado una pena. Iba con el caso de moto. Estaba tan sexy ¡¡y qué rabia¡¡ Lo he visto cuando yo me iba. Él venía hacía mí muy cargado de paquetes. Me ha medio guiñado el ojo, ha movido el ojo de una manera muy seductora. Me ha saludado bastante simpático ¡¡y yo me he derretido¡¡ Lo amo. No me cabe duda ¡¡Billy es el amor de mi vida¡¡ Llevaba unos pantalones marrones. Se le veía un culito pequeño pero bien marcado. Me ha encantado verlo así pero tal vez ha sido más bonito este encuentro que si lo veo  en el bar. Almenos he disfrutado bien de ese culo que me vuelve loco. Por cierto que en el bar estaba su esposa y su hija, de unos dos años. Me he sentido tan mal viendo a esa niña y amando y deseando a su padre con un fuego que me está quemando Pero claro... ¿que daño le hago yo a esa pobre niña si jamás pasará nada entre su padre y yo?"


Billy está en el bar, la pequeña Diana no hace más que pedir "chips". Billy se ocupa muy amorosamente de su hija. En un momento que se quedan a solas Henry y Cris, ésta le dice:

--a tu esposa no le va a gustar nada que yo esté aquí.

--Mi esposa no está. En todo caso lo que ella opine me da igual.

Los dos se sonríen.


Emilio no hace más que pensar en Billy y en la presencia de Cris en el bar:

--¿será que ya las dos familias habrán arreglado las cosas? 

Emilio está preocupado por su amado:

--no me gusta que él tenga que estar mendigando trabajo.

Y piensa en su herencia. No sabe que hará con tanto dinero pero sí se le ha ocurrido algo. 

--¡¡él debe necesitar trabajo pues yo se lo daré¡

Al raro se le ha ocurrido algo:

--bueno y ¿si con mi dinero compro un bar para él? Tengo que ver cómo lo hago porque aunque de buena gana yo lo haría no puedo ir a regalárselo. No lo puedo ofender. Le puedo decir que he heredado un bar y no sé qué hacer con él.

Emilio está feliz:

--¡¡sí, sí¡¡

Y se excita pensando en lo cerca que tendrá a Billy:

--claro, yo estaré ahí todo el día. Si él no sabe que heredé una fortuna, pues puede ser mi empleado¡¡

Y a Emilio le parece un sueño que vaya a poder estar cerca de él, todo él día. Su corazón va a mil por hora.

--pero tengo que ir con cuidado, es que si la gente sabe que heredé una gran fortuna me descubrirá. Habrá una distancia entre los dos. No podré estar en el bar con él. No sería lógico que con tanto dinero me la pase en un bar.

Billy ha cambiado su vida y ese dinero lo acercará a él. Emilio está feliz.












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