martes, 10 de noviembre de 2020

capítulo 21

 










En los brazos de Guillermo después de haber perdido su virginidad, Emilio se siente en el paraiso. Guillermo lo mira con ternura. Nunca pensó que él sería el primer hombre en la vida de ese hombre.

--no es mentira...  --dice Emilio incrédulo.

--¿como?

--¡¡hemos hecho el amor¡¡ --dice el rarito al darse cuenta que la cosa ha ido en serio aunque le cueste creerlo.

--¿estás arrepentido? --Guillermo es muy dulce.

--no. Nunca.

--Quiero gritarle a todos que estamos juntos, que somos novios

Emilio ha sido feliz en  brazos de Guillermo. Está feliz porque ha cumplido su sueño. No esperaba nada más.

--¿juntos?¿novios?

--¿Porqué no? he sido el primero.

--si... si lo has sido.

--¿es que hay otro?

Y Emilio se siente culpable por ese Billy que lo está esperando. También él era parte de su sueño y está feliz de haberlo disfrutado pero no entiende lo que está pasando. No entiende  cómo de repente esos primos ingleses tan guapos se han acercado a él a la vez.

--¿es que no me quieres tanto como yo pensé? creí que habías esperado toda tu vida por mí --Guillermo.

Emilio no se acostumbra a que ese hombre tan guapo haya sido suyo, aunque no lo ve pues aún no han encendido las luces. Le acaricia tímidamente en la mejilla. Le parece increíble tenerlo desnudo. Estar desnudo en sus brazos. Haberlo disfrutado. Poderlo tocar.

--y así es, hoy me has hecho el hombre  más feliz del mundo pero todo ha pasado muy rápido. No me veo paseando contigo como una pareja de novios. Es que todo es un sueño. ¿Quieres que sea tu novio?¿yo? Tú que eres tan guapo y has tenido un montón de novios y todos guapos.

--soy un golfo. Me encanta el sexo pero ahora estoy contigo y yo me entrego totalmente. Vale me gustan demasiado los hombres y entiendo que no quieras ser mi novio pero me gustaría intentarlo.

Emilio no puede creer que sea cierto todo lo que ocurre.

--yo te amo y eres mi vida pero todo ha sido muy rápido. Sabes que no me gusta la gente. Todo me asusta. No sé cómo tengo que actuar. Es un sueño estar contigo pero me da mucho miedo. Es que no sé. Soy tan feliz. No quiero pensar. Yo haré lo que quieras. Yo sólo quiere estar contigo.

Emilio se aferra a ese cuerpo desnudo.

--me quedaría aquí contigo toda la vida --Emilio.

Guillermo es muy cariñoso. Lo abraza con fuerza. Lo besa en la mejilla. Para él es un alivio que no quiera una relación pública.

--no tenemos porque salir. Lo más importante es que haya un compromiso entre tú y yo. Que yo soy tuyo y tú seas sólo mío. No hace falta que nadie más lo sepa. 

Guillermo pone sus dos manos en sus mejillas y lo  besa en los labios. Tantos años Emilio deseando esa boca. Ese cuerpo y está ahí con él. No puede creerlo. Y ese desnudo Guillermo en la oscuridad se muestra muy amoroso.

--es que no me gustaría nada que después de lo que hemos vivido tú te acuestes con otro hombre --Guillermo.

Emilio lo mira nervioso. Es consciente de la situación de que ha vivido su primera vez con uno de los primos cuando al día siguiente tenía previsto perderla con el otro. Le da miedo que los dos primos hayan hablado de eso:

--¿porqué hablas así? Has sido mi primer hombre.

--si tienes razón, ya imagino que si has esperado tantos años para hacerlo conmigo ahora no te vas a entregar a otro, sólo es que me dolería mucho que estuvieras con otro. Siento celos de que te pueda gustar otro.

--¿de verdad? ¿Sientes celos por mí? --Emilio sorprendido.

--si, es que ya no me mirabas como antes y tenía miedo que ya me hubieras dejado de querer.

Emilio lo acaricia casi con miedo. No se atreve a tocarlo con libertad. Le cuesta asumir lo que ha pasado:

--eres mi sueño desde hace tanto, estaba seguro que ya nunca se me haría realidad.

--Pues ya ves que sí... ¿y dime?¿te gustó?¿te gustó hacer el amor?

Emilio habla nervioso. Guillermo sólo entiende lo que dice más o menos. Y es que habla como si le fuera a dar un ataque. Guillermo le ha abierto la puerta a un mundo maravilloso. Emilio es feliz y Guillermo sonríe con orgullo y ternura. Le emociona haberlo hecho feliz y ese hombre le despierta mucha ternura.

--fue mágico. Te juro que jamás pensé que fuera tan hermoso. No quiero que este momento se me borre nunca. Te juro Guillermo que nunca otro hombre que no seas tú me volverá a tocar. Te lo juro por lo más sagrado. Tus huellas y tu olor estarán en mi cuerpo toda la vida y aunque esto no se repita y no te vuelva a ver jamás otro hombre me tocará. Seré tuyo hasta la muerte aunque tú no seas mío.

Guillermo ha logrado lo que quería. Alejar a Emilio de Billy pero ahora se siente culpable, teme haberlo dejado demasiado marcado:

--Yo Emilio... es que ... --balbucea Guillermo.

Emilio le pone la mano en los labios:

--no digas nada, Guillermo. Si estás arrepentido no lo quiero saber. No te voy a reclamar nada.

Guillermo sonríe con ternura:

--¡¡no, arrepentido no¡¡ ¡¡nunca¡¡ Lo que pasa es que tal vez esperes de mi cosas que yo no te pueda dar.

Con  mucha timidez, Emilio le besa la mano.

--Yo no sé porqué has hecho esto ¿qué pasó? Para mí ha sido un sueño, ya puedo morirme habiendo sido feliz. Te juro Guillermo que ya he amado de por vida. Jamás otro hombre me tocará, jamás te reclamaré nada a ti... si ha sido una felicidad de una noche pues esta bien.

-- es tarde ya, ya nos veremos.

Guillermo se siente demasiado culpable y además quiere ver qué hace ahora Emilio con Billy. Guillermo se levanta. Enciende la luz. Y Emilio se avergüenza de su cuerpo desnudo.  No le gusta que Guillermo lo vea desnudo. Guillermo agarra su ropa.

--tranquilo. No miro --dice con ternura.

Pero el que si mira y mucho es Emilio. No le había visto aún el culo desnudo. Y se lo ve en pompa porque agarra la ropa. Emilio exclama excitado y es que ese culo le vuelve loco. Tanto que lo ha deseado. Tanto que se ha masturbado pensando en ese culo y ahí lo tiene. Es espectacular. Ver cómo se mueve esas nalgas mientras que Guillermo introduce su gran culo en esos jeans. Emilio está extasiado por la bella estampa que supone eso bello culo metiéndose en ese estrecho pantalón. Esas nalgas en movimiento mientras entran en el pantalón. Es solo unos segundos pero Emilio explota de placer. Guillermo no se da la vuelta.

--¿prefieres que me  vaya y te vistes tranquilo?

--no. Pero no te des la vuelta 

--esta bien pero no es justo. Tú no me dejas mirarte pero tú bien que me miras y mucho--dice sonriendo y con mucha dulzura.

Emilio no dice nada. Se avergüenza. Guillermo sonríe seductor.

--tranquilo. Si me gusta que me mires. Si te gusta mirarme mira todo lo que quieras. Ya me conoces íntimamente --Guillermo.

Emilio se pone nervioso y se tropieza con sus pies  y cae. Lleva Jersey y los calzoncillos puestos. Los pantalones se le han atascado en los pies y se ha tropezado con ellos. Guillermo se gira. Es muy amoroso.

--cuidado. ¿Estas bien?

Emilio agacha la cabeza avergonzado. Guillermo le ofrece su mano y sonríe. Emilio muere de amor. Agarra esa mano. Guillermo lo ayuda a levantarse. Emilio está sofocado. Se sube los pantalones rápido.

Guillermo le da la bolsa de la comida.

--te ha quedado todo frio pero bueno tampoco te lo ibas a poder comer todo hoy.

Guillermo se muestra sonriente y Emilio no se atreva decir que no le importa la comida, que la compró para verlo. 

--te invito a cenar si quieres.

Emilio habla con timidez. Le cuesta mucho hacer esa propuesta. A Guillermo le gusta que le haya hecho la propuesta. A esa hora ya debería estar con Billy. Su plan ha salido bien. Emilio lo dejará plantado. No tiene caso entetenerlo más. 

--ya está frío. Mejor otro día.

A Guillermo le da pena su cara triste. Se le acerca. Le pone la mano en la barbilla y Emilio vibra.

--es que se ha hecho tarde. Tu madre se preocupará.

Guillermo le da un ligero beso que Emilio disfruta y mucho.

--¿te acompaña a casa?

Emilio hace que no con la cabeza aunque sí quería. Le da pena que Guillermo no insista. Casi sin voz y sofocado Emilio dice;

-- gracias por todo.

Los dos se miran con timidez. No saben qué decir. Se sonrien y Emilio se va entusiasmado. Lo mira desde la puerta. Guillermo le guiña el ojo y Emilio muere de amor. Se va como flotando en una nube. Guillermo se lleva las manos a la cabeza:

--el primero, he sido el primero¡¡espero estar haciendo lo correcto¡¡.





Billy fuma como un loco. En la plaza en dónde quedó verse con Emilio. Está impaciente porque no llega. Piensa en la emoción del rarito en su primer beso:

--¿qué pasó?¿qué?

Poco puede imaginar que mientras él esperaba Emilio vivía su primera vez con Guillermo.

--así es mejor --dice apagando el último cigarrillo.

Cris,  que espiaba tras un monumento  sale y dice:

--¿¿dónde crees que vas?¡¡

--Emilio no va a venir, seguro que se dio cuenta de la verdad.

Y el matrimonio no imagina que desde el mismo escondite de la otra vez Guillermo escucha la discusión del matrimonio con una sonrisa. En el fondo tenía miedo que Emilio quisiera jugar con los dos y fuera a la cita. Cris está furiosa. Billy trata de calmarla:

--perdimos.¡¡El rarito no era tan tonto¡¡

--¡tienes razón¡¡ El rarito resultó muy listo.. cásate con el  rarito, lo dejaremos en la calle¡

--¿¿¡qué¡?

--Mañana mismo presentamos demanda de divorcio y como un hombre libre vas a tu cita con el rarito y le dices que en tres meses te casarás con él 

Billy se lleva las manos a la cabeza:

--¡¡no¡¡

--¡¡no verás a tu hija más¡¡.

-¡¡es que es de locos lo que me dices¡¡

--¡¡no, Billy siendo su marido lo dejarás sin nada luego te divorcias y te quedas conmigo, nos casaremos como reyes¡¡ ¡¿no harías ese sacrificio por mi?

-¡pero no puedo casarme con un tío! ¡es una mancha para toda la vida!

--pero dile que te casas y os vais a vivir a Londres, que te llene de propiedades. Todo a tu nombre y en nuestro país. Antes de la boda ya se lo habrás quitado todo. Nadie de nuestro entorno lo sabrá. Ni la familia.

Y como siempre Cris logra que Billy haga lo que ella quiera.




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