Aunque Guillermo no quiere aceptar que sus sentimientos hacia su esposo están cambiando, que se llena de ternura cada vez que piensa en él, Dani si se da cuenta y se burla de él:
--¡¡por un polvo ya te enamoró, el rarito es un máquina. Con lo reprimido que estaba¡
El guapísimo inglés agarra del cuello a su amigo:
--¡no te pases, es mi marido¡¡
Dani se le ríe:
--¿y dices que no lo amas?¡¡a ver quien te cree eso!
Guillermo trata de disimular. No sabe cómo justificarse:
--pero le tengo cariño --balbucea.
--estás enamorado... y bueno... No pasa nada --dice con burla-- es millonario, es tu esposo. Perfecto ¡que buen braguetazo has pegao!
--¡¡No le faltes el respeto a él y no me lo faltes a mí¡ ¡¡Yo no estoy con él por su dinero¡ --furioso.
--¿y porqué estás a su lado? --dice Dani riendo.
Guillermo se queda callado. No sabe qué decir:
--bueno... yo...
Dani se pone serio aunque le cuesta. Pone sus manos en los hombros de su amigo y muy fraternalmente le dice:
--te lo digo en buena onda. Yo siempre vi que algo sentías por ese rarito, te preocupaba demasiado desde el principio. Seguro que si no fuera feo, calvo, gordo, deforme, locaza, desastre, rarito... haría años que estarías con él pero has tenido que estar apunto de perderlo para darte cuenta que lo amas.
--Dani, yo... es que...
Guillermo no se atreve a decirlo. Amar a Emilio no estaba en sus planes. Dani sigue hablando:
--sé que a veces me rio de ti y a lo mejor es mi culpa porque siempre me he reído de ese rarito y por eso tú ahora no quieres aceptar que lo amas pero creo que todo eso de que no quieres que Billy le robe era una excusa ¡no tenías que llegar tan lejos¡ y sólo se me ocurre que es que tú te quieres quedar con esa fortuna.
Guillermo es muy claro en eso:
--¡no¡ ¡¡yo no quiero nada de ese dinero¡
--Y el rarito... perdón --dice con una sonrisa-- tu señor esposo tampoco le debe importar mucho el dinero, si no no le regalaría una finca a un hombre cualquiera cuando a quien ama es a ti. Entonces... ¿qué demonios te importa ese dinero?¡¡que se lo quede la cualquiera de tu prima¡¡
--Antes prefiero que lo done. Cris no. No quiero que me le hagan daño ¡no es tan difícil de entender! Billy sólo le robaría y yo quiero que sea feliz!
--porque lo amas.
Guillermo se lleva las manos a la cabeza. Se levanta alterado:
--¡¡es que no puedo amar a Emilio¡¡¡¡no puedo¡
--pero ya no lo llamas rarito y se te nota el amor. Aunque todos nos burlemos de ti y no es para menos... si tu lo amas no lo dejes escapar.
Guillermo se vuelve a sentar. Con las piernas muy abiertas. Dani lo mira con cara de degenerado. Se arrodilla y se mete en esa entrepierna.
--¿qué haces, Dani?
--necesitas relajarte.
Muy cachondo, Dani le quiere bajar la cremallera. Guillermo se levanta.
--!estoy casado!
A Dani le frustra no poder hacerle una mamada a su amigo.
--tú nunca me has negado mamártela.
--soy un hombre casado.
--pero no enamorado.
Guillermo no contesta. Va a la nevera y agarra una cerveza.
--es que no soy una máquina. Vengo desahogado.
Dani lo mira con cara de degenerado. Se baja la cremallera. Se la saca y se la ofrece a su amigo con ojos libidinosos.
--hazme tú una mamada. Me gusta que me la mames. Tu culito habrá pasado hambre. Yo sé lo que te gusta.
Guillermo se siente incómodo.
--mejor me voy.
Dani se la guarda frustrado.
--piensa muy bien qué ha cambiado en ti. Porque ya no te quieres divertir conmigo.
Guillermo no dice nada y se va. Dani mira ese culo con deseo. Y frustración. Siente que no volverá a disfrutar de ese cuerpo y le duele. Le gusta demasiado su amigo.
Guillermo nunca ha sido un hombre fiel. Y en especial en lo que se refiere a Dani. Dani era otra cosa. Estar con Dani no era infidelidad. No era estar con otro. El sexo con Dani es parte de su vida y su amistad. Llevan toda la vida disfrutando juntos del sexo pero ahora tiene claro que sólo quiere que Emilio disfrute de ese cuerpo. Con una sonrisa piensa en lo mucho que a Emilio le gusta verlo desnudo, ducharse con él, hacer el amor, ver cómo se viste y le gusta complacerlo pero no se siente preparado para amarlo. Está aturdido.
--no puede ser amor.
mientras suspira pensando en los románticos momentos vividos con Emilio.
Mientras Emiilo está frente al televisor viendo una y otra vez sus fotos de la boda. Mira su certificado de matrimonio:
--soy Emilio Spencer.
Emilio pasa horas así y no oye la puerta. Guillermo entra con la llave que le dio y lo ve mirando la tele, sus fotos de la boda. Ha hecho pause en una foto quedando la cara del guapo inglés en primer plano. Guillermo lo sorprende acariciando esa imagen . Besándolo. Guillermo siente algo muy profundo, una ternura que le gusta. Se acerca sigilosamente y se pone detrás de Emilio. Le gusta verlo tan feliz, tan absorto en sus sentimientos que no se ha dado cuenta que él ha entrado. Muy dulce, Guillermo le dice:
--¿y no prefieres besarme a mí?
Emilio se gira sorprendido. Se levanta avergonzado:
--que vergüenza contigo.
Emilio agacha la cabeza, Guillermo lo acaricia con dulzura. Le levanta la barbilla con suavidad y ambos se miran a los ojos. Ambos muy emocionados:
--soy tu marido, es normal que te guste.
Guillermo sonríe coqueto y Emilio acaricia esa sonrisa:
--no me gustas. Te amo Guillermo. Tú eres el amor. Te amo desde que eras un chiquillo.
Guillermo lo abraza y le gusta sentirlo temblar:
--me alegro hacerte tan feliz.
Y Emilio se siente en el cielo en brazos de su amado inglés pero a él lo nota distante:
--¿y yo?¿yo te hago feliz a ti?
Guillermo traga saliva:
--bueno... por algo estoy contigo.
Y Emilio ya tiene bastante y lo abraza. Guillermo tiene cara de culpa. No entiende sus sentimientos y le duele hacer algo que decepcione a Emilio y lo lastime y llegue a odiarlo. No quiere perderlo
--te amo. Te amo tanto, ya no podría vivir sin ti --Emilio com desesperación.
Y esas palabras asustan al inglés. No quiere que Emilio lo quiera demasiado. Lo mira, lo acaricia:
--no digas eso. Ningún hombre merece tanto.
--eres mi marido. No tiene nada de malo que te quiera tanto.
--pero sí qué dependas de mí. No vivas por mi.
Y Emilio lo besa y lo acaricia:
--pero es que eres mi único motivo para vivir. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Lo único bueno. Los mismos años que tienes tú son los que yo he vivido en soledad, mi única amiga fue tu madre y ella se fue para tenerte a ti y yo me quedé solo, sin amigos... sin amor. Aunque es una felicidad que da miedo la quiero vivir.
Guillermo es muy dulce con Emilio:
--¿y porqué tienes miedo?
--no sé.
Guillermo es muy tierno. Le habla con cariño.
--no sabes pero te da miedo.
Emilio balbucea nervioso.
--pues eso. Soy un desastre. Una carga. Todos se han burlado de mí. Se van a burlar de ti. Yo… me da miedo. Me da miedo que me dejes, que me miedo que te pierda por las presiones de la gente que no va a entender que estemos juntos.
Y a los dos les da susto lo que pueda pasar esa noche. A Emilio el enfrentarse a la familia de su amado es como si fueran la inquisición. Guillermo quiere que todos sepan que Emilio es su esposo para protegerlo de los que quieren robarle para le da miedo que lo cuestionen cuando no tiene claro nada de lo que hace. De lo que siente. Emilio se aferra a él con desesperación. Emilio ha formado un pequeño mundo sólo para los dos y tiene miedo del exterior. A Guillermo le preocupa verlo tan dependiente de él.
--que no me esté equivocando, que no lo haga sufrir --piensa el inglés.
Guillermo lo mira con ternura:
--¿y qué quieres hacer ahora, Emilio Spencer?
y muy abrazado a él, Emilio dice:
--estar así contigo... sentirte mío.
Guillermo mo mira pícaro:
--¿no prefieres que hagamos el amor?
Y Guillermo lo prefiero porque así se deja llevar por sus instintos y no piensa. Emilio está muy aferrado a él:
--he conocido tu cuerpo, déjame llegar a tu alma.
Y el alma del inglés está llena de culpa, una culpa que trata de disimular.
En la noche, en el bar. Ela saluda a Sara con un beso.
--qué sorpresa, ¿qué haces aquí?
--mi hijo me ha invitado a cenar ¿ no ha llegado aún?
--no pero pasa.
Cris y Billy están llegando con su hija.
--esto no me gusta nada ¿que te dijo Ela?
--ya te dije. Guillermo ha llegado y quiere ver a la niña.
--esto no me gusta nada, nada.
*las conversaciones de la familia Spencer entre ellos se supone que son en inglés.
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